Continuó estudios de Pintura, Color y Composición en la Asociación
Mutual de Estudiantes de Bellas Artes de Buenos Aires y en el Taller del
artista Vicente Forte desde 1955 a 1958.
Profesora de Filosofía egresada de la Facultad de Filosofía y
Ciencias del Hombre, de la Universidad Nacional de Rosario.
Ha desarrollado una intensa actividad cultural a través de Salones
Provinciales y Nacionales desde 1958; ha obtenido numerosos premios dentro de
la Asociación Mariano Moreno Primer Premios (1961). Primer Premio Entre Ríos en
el Certamen para la Adquisición de Obras de Artistas del Interior en la
Municipalidad de Buenos Aires 1973. Primer Premio de Pintura Salón de Entre
Ríos 1985.
En 1960 obtuvo por concurso la Beca del Provincia de Entre Ríos para
realizar estudios de Pintura en París recorriendo centros de estudios y Museos
de Francia, España e Italia durante seis meses.
En 1974 fue becaria del Fondo Nacional de las Artes en la
especialidad de Grabado, estudiando con el artista plástico santafesino Oscar
E. Luna.
Ha realizado numerosas exposiciones individuales y conjuntas en
salas locales y nacionales.
Desde 1959 ejerció la docencia en establecimientos educacionales de
Paraná. Ha sido vicedirectora y directora de la Escuela de Artes Visuales de
Paraná.
Ha integrado diversas comisiones de reformas de planes de estudios
para niveles primario, medio y de Artes Visuales.
Profundamente interesada en la problemática del arte, ha dictado
numerosos cursos y conferencias y realizado visitas guiadas.
La particularidad que tienen sus publicaciones es que sus libros
están ilustrados con dibujos, collages o pinturas de su autoría. Falleció en Paraná en 1996.
Los pájaros
Los pájaros tienen
el color de un rincón de la tierra
en cada pluma
y un sonido en amarillo, en rojo, en
azul
azul
profundo.
Si entendiéramos el vocabulario
de los cantos,
si escucháramos la voz
del picaflor y del hornero,
de la calandria,
o tal vez la golondrina vagabunda,
entonces tendríamos un corazón
con alas sobre el mundo.
Gestación de las mariposas
Haremos un funeral con los vientos,
ya no tendremos qué enterrar
porque ya no quedan ni sueños.
Nuestro siglo se come el aliento de los hombres,
engendra niños que ignoran el amor,
que ignoran que en la primavera
detrás de todos los suspiros,
adentro de los recovecos de madera,
en la cuenca de las semillas de los jacarandáes,
se gestan las mariposas.
O tal vez en el corazón de
los enamorados.
Ignoran que sobre la curve del arco iris
hay un vibrar de alas después que llora el cielo,
luego, se produce la invasión
sobre el horizonte del lino,
sobre los naranjos,
sobre el río.
Ignoran que acaso sean mariposas
lo que asoma en sus ojos,
lo que bulle,
lo que palpita,
lo que intenta volar
amarrado a las trenzas de la nube
en setiembre
en octubre.
El tiempo apremia,
ocurrirá cuando el sol decida levantarse
o tal vez cuando caiga rendido por la tarde
toda una lluvia de mariposas descenderá sobre la ciudad
bajará por los toboganes del viento sobre los campos
y no podremos verlas
porque no sabremos que en setiembre
se gestan las mariposas
en el corazón de los enamorados.
EL CIELO SE TRAGÓ LAS
ESTRELLAS
caminaron con el corazón apretado entre los dientes
no era el temor de los cobardes
ni la audacia de los ciegos
el cielo estaba tenso
con todas las estrellas apretadas
en una boca amarga
caminaron mordiendo los latidos del corazón
-los sueños infantiles
jugando a las escondidas
detrás de las burbujas del miedo-
con toda la ansiedad de una juventud defraudada
y la fuerza de generaciones hecha hueso
los esperaba
un látigo de fuego
lenguas de odio masticado
y maloliente
en un reiterado desencuentro de siglos
los cabellos
donde el sol era un trigal de sueños
barrieron las calles
el cielo se tragó las estrellas
botas y sables
pisotearon las futuras
reconstrucciones
un hilo de sangre
siguió el recorrido de los hospitales
América
en tu tobillo
se enciende una pulsera de volcanes
se reinicia el cortejo de la muerte
para reconquistar la vida.
Sin título
Ritmo de remo
y rumor a sauzal poblado de vientos
ambulantes
ritmo de remo
para coser estrellas en tu pelo
ritmo de remo
yo sé que bajan a mirarte
los ojos de la luna
cuando duermes
yo sé que el río se amansa
ladrón de piedritas y rodados
cuando se trepa la noche
sobre el techado del rancho
ritmo de remo
costerito:
mira que tienen
un andar de río vagabundo
y un sueño de luna dormida en los ojos.
